jueves, 12 de octubre de 2017

¡La agresión imperialista está condenada a fracasar!


El mes pasado, el archi-reaccionario Donald Trump, refiriéndose al desarrollo de armamento nuclear de Corea del Norte, amenazó ante la ONU diciendo: “no tendremos otra opción que destruir totalmente a Corea del Norte” y que “la desnuclearización es su único futuro posible”.

Junto a Rusia y China, Trump pretende extremar las sanciones para Norcorea y preparar una respuesta militar ante la amenaza nuclear que significa, negándose a negociar, pues es “una pérdida de tiempo”.

Sin embargo, hoy los países con mayor armamento nuclear son Rusia y EEUU, con alrededor de 7000 armas nucleares cada uno, y Corea del Norte se encuentra recién en el noveno y último lugar en el ranking, con apenas 10.

El imperialismo yanqui, desesperado por su crisis general, pretende monopolizar el armamento nuclear para poder seguir amenazando a los pueblos del mundo y mantener su calidad de superpotencia hegemónica única. 

Amenazas que ya son costumbre, como se vio en el mismo discurso ante la ONU, cuando exigió al resto de las naciones unirse contra quienes reciben a los refugiados del “terrorismo islámico”, a la vez que catalogó el gobierno de Irán como “una dictadura corrupta, asesina y desestabilizadora.”

Pero son los yanquis quienes mantienen una fuerte guerra de agresión imperialista en el Medio Oriente, y después de casi 16 años de guerra en Afganistán, con más de 11 mil civiles asesinados solamente el año pasado, Trump envió 4 mil soldados más a ese país y en abril de este año lanzó la bomba MOAB, la más grande luego de la bomba atómica.

Incluso, hasta la fecha, solamente los imperialistas yanquis han usado la bomba atómica en 1945 contra Hiroshima y Nagasaki, sumando más de 220 mil muertos y 130 mil heridos. Entonces ¿quiénes son los verdaderos asesinos? ¿quiénes son realmente una amenaza que hay que “destruir totalmente”?

Condenamos la agresión imperialista y reafirmamos que la única forma de hacerle frente a esta guerra injusta es con la justa guerra revolucionaria. Saludamos a los pueblos que se levantan, como se ve en Norcorea, donde 3.5 millones de personas se enlistaron para combatir la agresión yanqui.

Una mayor amenaza que el imperialismo para las masas, son las masas para el imperialismo, que sin importar la cantidad ni calidad de armas que tengan, están condenadas a la victoria. Pues, como nos dijo el presidente Mao, la lógica del imperialismo es provocar disturbios y fracasar hasta su ruina, mientras que la lógica del pueblo es luchar, fracasar, volver a luchar y así hasta la victoria.

Quema de bandera yanqui, 11 de septiembre, Santiago de Chile.

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