viernes, 5 de enero de 2018

La Revolución Rusa y la emancipación de la mujer


El 8 de marzo de 1917 en Petrogrado, Rusia, en la conmemoración del día de la mujer popular, se realizan combativas manifestaciones donde el clamor revolucionario de las mujeres desborda hacial la Huelga General, que da inicio a la revolución democrático-burguesa (llamada revolución de febrero) que derroca al zarismo y establece un gobierno de coalición.

Sin embargo, esto no fue suficiente para la furia revolucionaria de la mujer ni para el pueblo, que pedía a gritos una revolución proletaria que barriera realmente con la explotación. Estas ansias se plasmarían 7 meses después, luego de arduos combates y del desenmascaramiento del gobierno de coalición, con la Gran Revolución Socialista de Octubre.

Con el establecimiento del socialismo pasaría a ser la clase obrera la dirigente de la sociedad, buscando acabar con la explotación definitivamente. Con esta revolución, por primera vez la mujer pasaría a tener el rol que le corresponde en la sociedad: el de la mitad del cielo.

Así, se produjo una ola de conquistas respecto de derechos de las mujeres nunca antes vistos: el matrimonio civil con plena igualdad entre hombres y mujeres, la libertad absoluta de divorcio, el derecho a aborto libre, casas de reposo para lactantes y embarazadas. Se realizó la “colmena soviética”, esto es, que el Estado soviético liberaba a la mujer de su opresión doméstica, encargándose de la educación de los niños, guarderías, cocinas y comedores comunes. Todo esto y más, además de ser el primer país en despenalizar la homosexualidad.

Junto con ello, la mujer se incorpora masivamente a la producción y a la revolución. Mujeres como Kollontai y Krupskaya lucharon arduamente durante toda su vida y ocuparon puestos dirigentes dentro del gobierno de obreros y campesinos.

Durante la Gran Guerra Patria en contra del nazi-fascismo, el Ejército Rojo fue el primero en incorporar a las mujeres como combatientes de primera línea. Fueron millones las mujeres que se alistaron para defender la patria socialista, desde el área médica hasta el frente de combate, como Lyudmila Pavlichenko, bolchevique y francotiradora que fue reconocida como Heroína Nacional.

Es así como la lucha femenina es también parte de la revolución proletaria, y cómo esta es la única capaz de barrer con el origen de la doble opresión, demostrado por estos inmensos logros de la Revolución bolchevique.

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