sábado, 9 de diciembre de 2017

Elecciones 2017: fracaso del viejo Estado


Para el viejo Estado las elecciones presidenciales son trascendentales para mostrarse como un órgano para el “bien común” y dar la ilusión de que todos los “ciudadanos”, sean ricos o pobres, tienen igual posibilidad para elegir quién gobernará.

Así, tratando de ocultar su esencia de clase burguesa y terrateniente, y su sujeción al imperialismo yanqui, cada cuatro años el viejo Estado, a través de sus partidos y coaliciones burguesas, montan un multimillonario circo para engañar a nuestro pueblo y buscar recuperar su perdida legitimidad.

Sin embargo, esta “Fiesta de la democracia” engaña cada vez menos. A pesar de la desesperada campaña del gobierno “No te restes, súmate”, del pasaje gratis en metro, de que por primera vez se contó el voto en el extranjero, de la campaña del oportunismo “Si no votas sale Piñera”, y de las falsas promesas del FA, la participación electoral este año llegó a sólo al 46%, la más baja en las presidenciales.

Pero no fue solo una gran abstención lo que se vio en la primera vuelta, pues luego de una gran campaña por el Boicot Electoral, este 19/11 se transformó en un inédito día de lucha, pese a todas las restricciones, amenazas y la custodia de FFAA.

En Santiago se levantó una combativa marcha en Plaza Italia de un centenar de personas que terminó con casi 20 detenidos y el sector lleno de volantes por el Boicot Electoral, incluyendo una sede de votación. Además, hubo barricadas, tomas de comandos y funas a candidatos.

También en La Araucanía hubo múltiples cortes de ruta y sabotajes denunciando el circo electoral chileno y demandando la libertad a los PPM. 

Todo esto y más acciones configuraron lo que el viejo Estado y la prensa monopólica llamaron la jornada electoral “más violenta desde la vuelta de la democracia en 1990”.

La combatividad de esta jornada no es de extrañar, pues la protesta popular en el país crece cada día: millones luchan contra las AFP, por educación gratuita, por la tierra, por sueldos dignos, etc. Es más, la cantidad de huelgas ilegales del 2016 fue la más alta en los últimos 30 años, y en el sur, este año el sabotaje al latifundio forestal ha sido el más alto de la historia, con casi 100 camiones quemados por la resistencia Mapuche. En el movimiento estudiantil, un ejemplo es la victoriosa lucha en Derecho UCH.

Todo lo anterior demuestra que el viejo Estado se hunde cada vez más en su crisis de legitimidad, envuelto en redes de corrupción donde alcaldes son socios de narcos, Senadores son vinculados al tráfico de inmigrantes, etc., mientras el pueblo da más y más saltos en su lucha.

Y esto no solo ocurre en Chile: la baja en la participación electoral a nivel mundial bajó del 65% al 61% en 25 años, y junto a ello, también crece la lucha de los pueblos: ver las protestas en Honduras y los luminosos ejemplos como el movimiento campesino revolucionario en Brasil y Ecuador, las luchas de liberación nacional en medio oriente y las Guerras Populares en Perú, India y otros países.

De esta forma, la crisis del imperialismo se agudiza, hundiendo a los pueblos del tercer mundo en la miseria en base al saqueo o la guerra de agresión (ver situación de Libia), y atizando la gran rebelión que pronto lo enterrará de una vez por todas.

Sin embargo, en medio de esta situación revolucionaria, vanamente los oportunistas del FA, falso PC y otros, siguen usando al movimiento de masas para ganar puestos en el viejo Estado, tratando de llevar al pueblo al pantano de las elecciones.

Y en esta segunda vuelta, nuevamente nos traerán la podrida tesis del “mal menor”, aun cuando en más de 20 años de “mal menor” se aplicaron los mismos planes imperialistas contra el pueblo, se asesinó a decenas de Mapuche y obreros, e incluso creció la represión (Op. Huracán, Tauro).

Entonces, ¿Qué nos traerá la segunda vuelta? Sin duda que mayor abstención y mayor lucha popular. Inútiles serán las falsas promesas de dos candidatos que se han desenmascarado como representantes del partido único de la gran burguesía.

Así, con contundentes hechos se demuestra la justeza del Boicot Electoral como táctica para desenmascarar la farsa del viejo Estado y de profundizar su crisis de legitimidad.

Por otro lado, ya comienzan los preparativos para las X Brigadas de Apoyo Popular en comunidades Mapuche a desarrollarse este verano, que buscan seguir forjando la unidad entre el pueblo chileno y Mapuche.

Forjando esta unidad, a pesar de los muertos y los presos, y con el triunfante Boicot Electoral es como mejor podemos servir hoy a la Revolución de Nueva Democracia, con la que el pueblo realmente conquistará mejores vidas y se despojará de sus cadenas.


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